REA Revista Electroacústica
Siempre he estado interesado en los fenómenos naturales del sonido, en sonidos inaudibles, en sonidos que no puedes oír, en sonidos invisibles. En mi obra realizada con ondas cerebrales, Music for solo performer de 1965, las ondas Alfa -diez ciclos por segundo- son verdaderamente demasiado bajas para ser oídas como tonos; yo las hice audibles al amplificarlas enormemente. Estas ondas de diez ciclos, que estallan a través de las membranas de los altavoces, hacen sonar los instrumentos de percusión.En mi obra localizadora de eco Vespers evening prayer de 1970, unos osciladores de post-ondas sujetos con las manos, producen ecos en el ambiente. A través de la performance se puede oir la entidad sonora de la habitación en la que estás. De alguna manera esos ecos son inaudibles. En 1980 grabé algunas perturbaciones ionosféricas. Hay tormentas electro-magnéticas que tienen lugar constantemente alrededor de la Tierra. Al ser ondas de radio, son ondas de radio naturales, son inaudibles hasta que las capturas con una antena y las haces audibles. Esto era más un proyecto de grabación que una obra.
Fragmento de una entrevista a Alvin Lucier. Este y muchos otros más artículos relacionados con la música electroacústica, se pueden encontrar en la revista online de la AMEE - Asociación de Música Electroacústica de España)
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